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Desembre 2024 - #145

El Servei de Salut Pública informa

Microplásticos y nanoplásticos: partículas diminutas de gran impacto también para la salud

© SIVStockStudio / Shutterstock.com

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En las últimas décadas, el plástico se ha convertido en un material omnipresente y en un problema grave por el medio ambiente. Una de las derivadas de esta fuente de contaminación es la ubicuidad de partículas de plástico de menos de 5 milímetres de tamaño, los llamados micro(nano)plásticos (MNP).

Què són els microplàstics?

Los MNP se pueden clasificar en dos categorías principales en función de su origen:

  • Los MNP primarios son partículas de plástico fabricadas para ser pequeñas, como las microperlas utilizadas en productos de cura personal (exfoliantes y dentífricos, por ejemplo). También se emplean en procesos industriales abrasivos o como materia prima para producir otros plásticos.
  • Los MNP secundarios son el resultado de la degradación de artículos de plástico de mayor tamaño, como bolsas de plástico, botellas y redes de pesca, que acaban en el medio ambiente. Estos elementos plásticos de mayor tamaño pueden descomponerse con el tiempo, a causa de procesos físicos, químicos o biológicos, como la exposición a la luz solar o la fuerza mecánica ejercida por las olas del mar.

Los microplásticos y nanoplásticos pueden persistir en el medio ambiente durante décadas o incluso siglos. Se calcula que cada año entran en el medio ambiente 22 megatones de residuos plásticos, que se suman a las 6 gigatoneladas de residuos plásticos acumuladas desde 1950. Su medida microscópica los confiere una gran movilidad, de forma que pueden encontrarse en cualquier lugar de la Tierra, desde las montañas del Himalaya hasta los glaciares y las partes más profundas del océano. Pueden ser absorbidos por la mayoría de los organismos vivos, desde cultivos hasta criaturas marinas e incluso seres humanos.

¿Cómo pueden penetrar los microplásticos en el organismo?

El cuerpo humano está expuesto a los microplàstics y nanoplàstics mediante la ingestión de alimentos y bebidas contaminados por estos microplàstics y nanoplàstics, la inhalación de MNP suspendidos en el aire, y por contacto dérmico cuando los microplàstics están contenidos en productos de cura personal, tejidos sintéticos, polvo, etc. La vía de ingestión se considera actualmente la principal vía de exposición humana a los microplásticos.

Los microplàstics pueden acabar en nuestros alimentos y bebidas por diferentes vías:

  • Por acumulación en la cadena alimentaria

Los residuos plásticos contaminan los ecosistemas acuáticos y terrestres. Así, los niveles tróficos primarios (las plantas) pueden absorber microplàstics y transferirlos a lo largo de la cadena alimentaria. Además, los animales de niveles tróficos superiores también pueden ingerir accidentalmente plástico que se acumulará en sus tejidos. Como consecuencia, se han identificado plásticos en centenares de especies de todos los taxones principales, incluidas las especies consumidas por los seres humanos. EL agua potable también es una fuente importante de exposición a los PNM.

  • Durante el proceso de producción de alimentos y bebidas

Estos procesos a menudo implican cortar, moler, modelar y otras operaciones mecánicas que pueden generar partículas microplásticas que acabarán en los alimentos. Otro ejemplo serían las cañerías de plástico que suministran agua corriente a los hogares y que pueden liberar MNP.

  • A través de los envases de plástico

El plástico es el envase alimentario más utilizado y podría liberar partículas en contacto con los alimentos. Una sola bolsita de té hecha de plástico puede liberar, a temperatura de infusión, hasta 11.600 millones de microplásticos en una taza.

Ingerim microplàstics?

¿Qué posibles efectos tienen en la salud humana los microplàstics y los aditivos plásticos?

Los estudios in vitro han identificado múltiples efectos biológicos, que van desde la respuesta inlamatoria hasta la carcinogenicidad o la neurotoxicidad. Los estudios in vivo en roedores han mostrado que los MNP pueden acumularse en diferentes órganos (hígado, bazo, riñón, cerebro, pulmones e intestino) y presentar efectos adversos en los ratones y sus crías, como alteración del microbioma intestinal, toxicidad para el hígado, estrés oxidativo, efectos tóxicos reproductivos que podían provocar infertilidad, etc.

Recientemente, se ha informado del hallazgo de MNP en varios tejidos del cuerpo humano, incluidos el trato gastrointestinal, los pulmones, el torrente sanguíneo y el sistema reproductivo (tejido placentario, testículos masculinos, glándulas mamarias).

Además, muchos aditivos plásticos como el BPA o los ftalatos han demostrado ser altamente tóxicos. Estos compuestos son disruptores endocrinos que afectan varios sistemas del cuerpo humano. Por ejemplo, estudios epidemiológicos en humanos han mostrado una asociación significativa entre la exposición a ftalatos y resultados reproductivos adversos en mujeres y hombres, diabetes tipos II y resistencia a la insulina, sobrepeso/obesidad, alergia y asma.

Sin embargo, no se conocen ni la magnitud de la exposición humana a los microplásticos ni las posibles consecuencias para la salud asociadas a la acumulación de microplásticos en el cuerpo. Se necesitan más estudios epidemiológicos como los que se están realizando actualmente en ISGlobal (estudio sobre la exposición a nano y microplásticos a través del agua de consumo de Barcelona y Examina) para esclarecer esta laguna de conocimiento.

¿Qué tenemos que hacer para reducir la contaminación por microplásticos y nuestra exposición a ella?

Los MNP se han convertido en una gran preocupación como amenaza potencial para la salud humana y es necesario tomar medidas urgentes para proteger la salud de los ecosistemas y las personas. En todo el mundo, la eliminación de plásticos es muy ineficiente. Las tasas de recuperación y reciclaje de plásticos están por debajo del 10% y cada año se exportan grandes cantidades de residuos plásticos de países de renta alta a países de renta baja, lo cual contribuye a la injusticia medioambiental. Por lo tanto, la forma más eficaz de reducir la contaminación por plástico es reducir la producción de plástico desde su origen. Y, en este sentido, los plásticos desechables, que actualmente representan el 35-40% de la producción actual de plástico, destacan como el segmento de mayor crecimiento dentro de la industria de fabricación de plásticos.

A nivel personal, existen varias prácticas eficaces para reducir la contaminación por plásticos y minimizar nuestra propia exposición en ella. Entre ellas:

  • Comprar la menor cantidad posible de alimentos envasados en plástico.
  • No utilizar plástico desechable y comprar artículos de plástico de segunda mano.
  • Evitar calentar alimentos en recipientes de plástico o envueltos en plástico.
  • Mantener limpio el entorno general (quitarse los zapatos al entrar en casa, limpiar el polvo acumulado, ventilar la casa todos los días, etc.).
  • Lavarse las manos con frecuencia y siempre antes de comida.

Pero aunque nuestras contribuciones personales son de indudable valor, es esencial reconocer que las empresas y los organismos gubernamentales tienen una influencia sustancial a la hora de abordar este problema. Abogar por la aprobación del próximo tratado internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, que actualmente está elaborando la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, es un paso significativo hacia el cambio. Si percibes que las prácticas de envasado de una empresa pueden mejorar, considera la posibilidad de expresar tus preocupaciones y entablar un diálogo con ella.

Beneficios colaterales de la reducción de la contaminación por plásticos

Reducir la contaminación por plásticos aporta muchos beneficios adicionales. Este esfuerzo no sólo promoverá nuestro bienestar, sino que también contribuirá a hacer frente al cambio climático y a salvaguardar la biodiversidad de nuestros ecosistemas, que son vitales para el mantenimiento, el suministro de oxígeno, los medios de vida y el bienestar general de la humanidad.

Emma Calikanzaros
Instituto de Salud Global de Barcelona

Boletín: EspaiS@lut
Número de boletín: #145 - Desembre 2024

 
 

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