Butlletí EspaiS@lut
Setembre 2022 - #120

El Servei de Salut Pública informa

Nuevas evidencias sobre los beneficios de los espacios verdes en la infancia

© Shutterstock / Ground-Picture

© Shutterstock / Ground-Picture

2022 está siendo un año prolífico en cuanto a la publicación de estudios que aportan nuevas evidencias sobre los beneficios de la exposición a los espacios verdes en la infancia.

El mes de febrero conocimos que los niños y niñas que viven en zonas con mayor contaminación atmosférica por partículas PM2,5 y con escasez de espacios verdes podrían tener hasta un 62% más de riesgo de desarrollar TDAH. Y que, por el contrario, las y los que viven en zonas más verdes y menos contaminadas tienen un 50% menos de riesgo de desarrollar el trastorno. Eran las conclusiones de un estudio hecho en el Canadá con 37.000 niños y niñas y publicado en la revista Environment International. Más concretamente, los resultados mostraron que un aumento del 12% en el porcentaje de vegetación alrededor del domicilio se asoció con una reducción del 10% en el riesgo de TDAH.

Casi por las mismas fechas, un pequeño estudio conducido en Italia con más de 300 niños y niñas aportaba una conclusión reveladora: una mayor exposición en los espacios verdes en la infancia se asocia con niveles más bajos de estrés oxidativo. Y esto independientemente de la actividad física realizada. El estudio tuvo en cuenta tanto los espacios verdes cerca de casa como los del en torno a la escuela de cada participante y como indicador del estrés oxidativo midió la presencia del compuesto isoprostano en la orina.

En cuanto a los posibles mecanismos que permitirían explicar el menor estrés oxidativo en niños más expuestos al verde, el estudio no se adentró, pero la autora principal, la investigadora de ISGlobal Judith Garcia-Aymerich, aportaba dos hipótesis: que una mayor exposición en los espacios verdes dé lugar a un mayor desarrollo inmunitario, al facilitar el contacto con organismos que acostumbran a colonizar los entornos naturales; o bien, que el contacto con espacios verdes aumente la síntesis de vitamina D a través de la radiación ultravioleta del sol, puesto que la vitamina D actúa como un antioxidante que previene los efectos negativos del estrés oxidativo y la inflamación.

Beneficis dels espais verds per a la infància

Estos estudios se añaden a la literatura científica previa que ya ha mostrado que disponer de espacios verdes al lugar de residencia tiene un efecto positivo en la salud, sobre todo porque mejoran la salud mental y promueven el ejercicio físico, lo cual reduce el riesgo de sobrepeso u obesidad. Aun así, existen muchos tipos de espacios verdes y no todos aportan necesariamente los mismos beneficios. Precisamente sobre esta cuestión, otro estudio publicado este año a Environment International ha aportado nuevos datos.

Esta investigación hecha en el Canadá con más de 27.500 niños y niñas corroboró con datos que vivir en un entorno poblado de árboles se asocia con un mejor desarrollo los primeros años de vida que vivir en un entorno en que la vegetación está presente en forma de hierba. Y también que ambas variedades de espacios verdes se asocian con mejores resultados en el desarrollo infantil que las zonas donde predomina el pavimento.

El estudio señalaba que los espacios verdes se relacionan con una mejor atención y memoria en la primera niñez, con mejores resultados académicos y con menos problemas emocionales y de comportamiento. El equipo de investigación resaltaba que todos los espacios verdes parecen favorecer la salud, pero las zonas pobladas de árboles podrían mitigar más la contaminación atmosférica, el ruido y el calor que los espacios verdes más abiertos, y también ayudar mejor a restablecerse de la fatiga mental y a dirigir la atención. Por su parte, las extensiones de césped podrían favorecer más las actividades de grupo y, por lo tanto, el bienestar social. Las superficies pavimentadas expondrían más en el calor y a la contaminación atmosférica y acústica relacionada con el tráfico.

Por último, otro estudio publicado a Environment International se preguntaba cuales eran los diseños urbanos que favorecen mejores comportamientos de salud en la infancia. Después de evaluar la exposición a 32 aspectos del entorno urbano de más de 1.500 niños y niñas de seis cohortes europeas, el equipo científico llegó a la conclusión que las zonas urbanas asociadas a mejores comportamientos de salud en la infancia son aquellas que cuentan con más espacios verdes y mayor densidad de edificios e instalaciones y, a la vez, las que tienen una menor densidad de población y no están atravesadas por ninguna carretera importante. En concreto, este trabajo sugirió que los niños y niñas que viven rodeados de más natura realizan más actividad física, dedican menos tiempo a hábitos sedentarios, duermen más y van más al colegio andando o en bicicleta.

Se trata, en todos los casos, de trabajos científicos a tener en cuenta en el diseño y la planificación urbana. Se trata de estudios de la cosecha del 2022, pero en ningún caso serán los últimos. El trabajo científico sigue en marcha.

Pau Rubio
Coordinador de Comunicación en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal)

Boletín: EspaiS@lut
Número de boletín: #120 - Setembre 2022

 
 

Subscripció: Alta / Baixa
Valorem la vostra privacitat

Servei de Salut Pública
Àrea de Comerç, Consum i Salut Pública
Passeig de la Vall d'Hebron, 171
Recinte Mundet
Edifici Serradell Trabal, Planta 2
08035 Barcelona
Tel. 934 022 468
https://www.diba.cat/salutpublica/
ssp.espaisalut@diba.cat

 

Youtube  Comunitat virtual  Twitter  RSS