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Los bisfenoles son sustancias químicas que se utilizan en la fabricación de plásticos y resinas presentes en numerosos productos de consumo, como latas de conserva, botellas reutilizables, o juguetes. El más conocido de todos ellos es el bisfenol A, un disruptor endocrino ampliamente usado en la fabricación de envases de alimentación o en las sustancias con las cuales se recubre el interior de estos. Desde que en 2017 la Agencia Europea de los Productos Químicos (ECHA) considerara el bisfenol A como una “sustancia altamente preocupante”, algunos países procedieron a limitar el uso, lo cual a su vez llevó a la industria a recurrir a otros bisfenoles como sustitutos.
Como es sabido que los bisfenols se encuentran presentes en la leche materna y tienen la capacidad de traspasar la barrera que supone la placenta, un equipo liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, se propuso evaluar si la exposición al bisfenol A así como a sus sustitutos bisfenol S y F durante el embarazo se relacionaban con problemas de salud respiratoria años más tarde. Para lo cual, usaron muestras de orina de más de 3.000 madres de seis países europeos (España, Francia, Grecia, Noruega, Países Bajos y lo Reino Unido) recogidas entre 1999 y 2010 y datos relativos a la salud respiratoria de sus hijas e hijos recogidas años más tarde mediante cuestionarios y espirometrías.
Los resultados de este estudio, publicados el mes de marzo en la revista Environment International, muestran que la exposición prenatal al bisfenol A podría tener consecuencias negativas sobre la salud respiratoria de las niñas durante la edad escolar.
De entrada, el análisis de las muestras permitió constatar el alta prevalencia del bisfenol A, que estaba presente en un 90% de las muestras de orina recogida. El resto de bisfenoles estudiados, en cambio, estaban menos extendidos en el momento de la recogida de muestras, puesto que únicamente entre las participantes de Países Bajos se detectó una presencia notable (bisfenol F en un 40% de las muestras y bisfenol S en el 70%), probablemente a causa de la adaptación temprana de sustitutos del bisfenol A en este país.
De manera más concreta, los resultados de este trabajo revelaron que la concentración de bisfenol A en la orina materna se asociaba con un mayor riesgo que sus hijas presentaran asma y sibilaciones en edad escolar (un aumento del doble en la concentración de bisfenol A implicaba un 13% más de riesgo). En cambio, esta asociación no se observó en los niños ni tampoco en relación a los otros dos bisfenoles estudiados. Tampoco se observaron asociaciones entre la exposición al bisfenol A en el útero y la función pulmonar en edad escolar.
"Nuestros resultados están alineados con los de estudios previos que atribuyen un papel negativo al bisfenol sobre la salud respiratoria en la infancia. Pensamos que puede deberse a la capacidad de los bisfenoles para atravesar la placenta e interferir con los sistemas respiratorio e inmunitario cuando están en fase de desarrollo", explicaba Alicia Abellán, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
En cuanto a las diferencias observadas entre niñas y niños, Maribel Casas, investigadora de ISGlobal y última autora del estudio, advertía que “los bisfenoles son disruptores endocrinos, pueden interferir con las hormonas sexuales, lo cual puede dar lugar, como sugieren nuestros resultados, a efectos diferentes en función del sexo de la persona expuesta”.
En el estudio participaron ocho cohortes de nacimiento: BiB (Reino Unido), EDEN (Francia), Generation R (Países Bajos); INMA Guipúzcoa, INMA Sabadell i INMA València (España); MoBa (Noruega) y RHEA (Grecia).
Prohibición del bisfenol A en envases
La investigación llevada a cabo por ISGlobal añadía una evidencia más a las ya existentes sobre los efectos negativos de esta sustancia. Coincidiendo con la aparición del estudio y después de un largo debate, España siguió los pasos de países como Francia y aprobó la prohibición del uso del bisfenol A en envases mediante la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta misma ley también incluye la prohibición de los ftalatos, otro grupo conocido de disruptores endocrinos, en la fabricación de envases.
Pau Rubio
Coordinador de Comunicación en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal)
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